martes, 20 de octubre de 2009

Ser de Agua



La esperaba tumbado en la cama de la habitación del hotel, mientras ella me prometía que iba a darse una ducha rápida antes de salir a cenar.

Desde mi cama oía el agua de la ducha caer, como si estuviese lloviendo a chuzos. No hay nada más excitante que imaginarla enjabonándose en el baño,mientras miles de gotas envuelven su pequeño cuerpo en un vestido cristalino de agua y gel.

Invento cada una de esas gotas resbalando sobre su piel, apalancándose en sus pezones, resbalando por sus tetas, deteniéndose en el piercing que vive en su ombligo, para hacer una parada antes de perderse en el monte de Venus recién depiladito, fundiéndose con el sudor de su coño, lágrimas de su deseo.

Me gusta recrearme pensándola, esparciendo toda esa humedad con sus manos liquidas de jabón en su concha. Pasando sus dedos caprichosos entre los labios menores y su clítoris esponjoso. Empapada de lluvia, cubierta de blanco espuma y aroma de perfume.

Por un instante dudo si entrar, porque no quiero apartarla de ese momento de intimidad con ella misma. Dánae en la torre de Bronce. Pero cuando me quiero dar cuenta, mi polla lucha por salir de mis pantalones, deseando convertirse en agua y jabón con que cubrir su cuerpo.

La puerta del baño está entreabierta, apoyada en la encimera del baño secándose la cara con sus manos, ajena a mi presencia, disfruto de su silueta reflejada en el espejo.

Me coloco detrás de ella y empiezo a abrazarla por detrás. Empapado de ella, transformo mis manos en agua y comienzo a separarle el pelo de su cara deslizando mis manos por su cuello y apretando mi vientre contra su culo.



Ella me observa desde el espejo, sin moverse, sonríe y dice " Cómo estás, amigo”. Yo le devuelvo la sonrisa y mientras me acojo a sus tetas dibujo su cuello con pinceladas de lengua , dentelladas de labios . Se inclina hacia atrás y deja salir lentamente un gemido que choca contra el cristal convirtiéndose en vapor de humo mezclándose con el vapor del cristal.

Voy comiéndole la espalda, sorbiendo cada centímetro de agua en su espalda, repasando cada uno de los poros que piden ser devorada a fuego. La abrigo con mis besos temblorosos.

Mi mano se pierde en su entrepierna entrando y saliendo con una facilidad acuosa. Noto como su clítoris crece con cada roce, con cada uno de mis gemidos, con cada una de las guarradas que le susurro al oído.

Separo sus nalgas, perfectamente adaptadas a las cuencas de mis manos y posiciono mi polla a la entrada su chochito hambriento de verga.

Grita al notar mi embestida. Le gusta sentir mi polla a mitad de recorrido. Nos recreamos un instante en este momento, antes de ir suavemente introduciendo mi rabo hasta llegar al tope. Me vuelvo a parar. Pide más. Siempre pide más.

Una vez adaptado a su coño, la empujo contra la encimera. Sigo acariciando sus tetas con una mano, mientras con la otra introduzco un dedo en su culo. Desde las paredes de su recto casi puedo tocar la base de mi polla.

Empezamos a movernos en un baile perfectamente acompasados. Ella marca el ritmo y me dice “fóllame más rápido”. Está putísima y ardiente. Pero prefiero seguir castigándola lentamente. Las embestidas son pausadas y muy profundas. Luego retiro lentamente mi polla, hasta casi sacarla, aunque la espero en el borde de su vagina. Volvemos a recorrer todo el trayecto de su sexo una y otra vez.

“Fóllame por el culo” me dice, anclando sus codos en la encimera. Se arquea dibujando una curva gatuna perfecta. Le regalo mi polla en su esfínter anal, mientras dirige mis dedos hacia su clítoris. Ya no puede más y empieza a dominar el ritmo. Entre gritos que se convierten en alaridos, cierra sus muslos, eleva su culo, aprieta y atrapa mi polla. “Córrete en mi culo”, pero prefiero sacar mi polla y correrme en su espalda.



Un chorro de semen se estrella contra su dorso en un espasmo casi eterno. Me abrazo a su espalda y distribuyo el esperma contra mi torso, contra su espalda.

Nos besamos. La sigo acariciando y me siento afortunado por quererla tan febrilmente, por sentirla tan lujuriosamente, por ser la única mujer que domina mi cuerpo y mente como nadie lo hizo jamás.


3 comentarios:

  1. No sabes las ganas que me están entrando de una ducha como ésta que cuentas. Que buen relato, Deseo. Besos acuosos.

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  2. Me alegro que te guste este lujurioso baño de agua y jabon...cuando quieras te invito a un bañito.

    besos

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  3. Tomo nota, guapo, tomo nota.

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