jueves, 15 de octubre de 2009

Parada de emergencia

Dos de la mañana. Conduzco por una oscura carretera llena de curvas. Yo sólo pienso en la curvatura de tu cuerpo atrapado bajo el mío. Tu cuerpo en escorzo, mi cuerpo haciendo giros imposibles en el escaso pero confortable espacio del asiento de atrás del coche que conduzco. El coche, aún con los cristales empañados por el aliento, huele a polvo. Aún estoy caliente. Meto mi mano derecha entre mis piernas. Mi coño sigue húmedo. Tu semen todavía permanece entre mis piernas. Me levanto la falda, y comienzo a acariciarme. Aparto un poco el tanga. Mi dedo se desliza por mi clítoris que, hinchado, me sigue pidiendo lengua. La imagen de tu lengua lamiéndome el coño mientras me miras a los ojos me hace estremecer. Tengo que parar. Necesito correrme.



Paro a la entrada de un pueblo de carretera. Todo está oscuro. Silencio. Busco un lugar tranquilo. Un callejón sin salida entre naves industriales. Paro el motor y apago las luces del coche. Caliente, excitada hasta el extremo, echo el asiento hacia atrás y me quito el tanga. Está empapado. Lo huelo, comiéndome el olor de tu semen. Rememoro tu polla llenándome la boca mientras mis dedos juegan con mi clítoris. Me chupo los labios, casi sintiendo tu glande entre ellos, duro y turgente… creciendo en mi boca, empujado contra mi paladar, chupado, absorbido, mordido, mientras me agarras del pelo y gimes casi en silencio.


Me meto un dedo en el coño, y otro… Cierro los muslos. Mi culo se contrae. Mi vagina se cierra, se abre, se cierra al ritmo de las embestidas de mis dedos entrando, saliendo, apretando… mientras con la otra mano masajeo mi clítoris en una danza imparable. Tengo calor, noto mis pezones duros, anhelando mordiscos y saliva, aún más húmeda, aún más caliente… Hasta que llega el orgasmo, como una corriente eléctrica que me recorre el cuerpo haciéndome arquear la espalda y provocándome un suave gemido…

Quieta por un momento. Calmada. Semidesnuda en mi coche en un callejón oscuro. Saco mis dedos, untados de tu semen y mis fluidos, y los llevo a mi boca, saboreando de nuevo tu cuerpo. Sin ponerme el tanga, arranco el coche. Regreso a las curvas de la carretera.


3 comentarios:

  1. Gracias por tu visita y tu comentario. Pásate cuando quieras. Besos

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  2. Me ha encantado descubrirte.
    Buen post.
    Beso

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  3. Gracias Nikita. A mí también me encantó el tuyo. Un beso.

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